Justificación:
En los últimos años del siglo pasado se incrementó notablemente el estudio del curso del trastorno psicótico, especialmente de la esquizofrenia. En la actualidad son ampliamente aceptados los modelos explicativos que se basan en la idea que el trastorno es consecuencia de una trayectoria de vida alterada (Bentall RP, Fernyhough Ch. 2008; Van Winkel, R., Stefanis, N. y Myin-Germeys, I. 2008). Es decir hay acontecimientos vitales, que aumentan el riesgo de sufrir un trastorno mental, ya desde el embarazo y la primera infancia (Choquet, Facy, Laurent y Davidson, 1982). Se denominan factores de riesgo.
En el estudio alemán sobre los pródromos de la psicosis uno de los objetivos era identificar esta trayectoria de vida alterada. En él concluyen que existe una fase prodrómica prepsicótica (4.8 años de duración mediana) y una prefase psicótica (1.3 años de duración). Las comparaciones ponen en evidencia que los síntomas prodrómicos son comunes en la depresión (moderada y grave) y la esquizofrenia. La distinción entre una psicosis y un trastorno del estado de ánimo no es posible hasta que aparecen los síntomas positivos. Pero la intervención temprana es común y se hace necesaria porque en ambos trastornos la alteración funcional y emocional produce graves consecuencias personales, familiares y sociales (Häfner, H., der Heiden, W., Behrens, S., Gattaz, WF, Hambrecht, M., Löffler, W., et. al. 1998). De ahí la necesidad de dispositivos que detecten los Estados Mentales de Alto Riesgo (EMAR) de psicosis, es decir, personas con síntomas claros y que necesitan algún tipo de ayuda, que no reúnen los criterios diagnósticos para el Tr. Esquizofrénico y que son susceptibles a otros diagnósticos de salud mental (Yung, 2007). En las últimas décadas la edad de riesgo habitualmente utilizada, de 15 a 54 años, se ha reducido a los 12 – 22 años, más adecuada según determinados estudios internacionales (Cornblatt, 2003).
Estas fases constituyen el periodo denominado “psicosis no tratada”, en inglés “Duration of Untreated Psychosis” (DUP). Las investigaciones dedicadas a determinar las consecuencias personales y sociales de la DUP apuntan a que periodos de psicosis no tratada más prolongados se asocian con un curso del trastorno más desfavorable (Marshall M, Lewis S, Lockwood A, et. al. 2005; Perkins DON, Gu H, Boteva K, Lieberman YA, 2005), con el consecuente aumento de los costes que la psicosis genera (McGorry PD, Edwards J, Mihalopoulos C et. al. 1996), incluyendo, probablemente, los costes económicos totales del trastorno (en Inglaterra 65.164 € / año según estudio de Mangalore, R. y Knapp, M. 2006). De igual manera está demostrado, a nivel europeo, que los programas preventivos que producen mayores beneficios, en coste económico, a la comunidad, tanto en gasto público cómo en privado suelen ser las intervenciones en la infancia y la detección precoz de la psicosis. En este último se ha demostrado que la recuperación de la inversión económica se consigue antes de un año (McDaid, 2011).
En nuestro ámbito, la investigación corrobora que la mayor parte de las personas que sufren un trastorno psicótico se visitan en los dispositivos comunitarios de salud y de salud mental si estos se hacen accesibles (Tizón, JL, Ferrando, J., Parara, A., Artigue, J., Parra, B., Pérez, C., 2007). Y se demuestra, a través de una investigación de base poblacional, que el trastorno esquizofrénico y los trastornos psicóticos no afectivos, están fuertemente influenciados por los factores psicosociales: La prevalencia de psicosis era mucho más elevada en una zona de Barcelona caracterizada por variables socioeconómicas adversas en comparación a otros barrios de nivel medio-bajo. (Tizón JL, Ferrando J, Artigue J, Parra B, Parara A, Gomà M, Pérez C, Pareja F, Sorribes M, Marzari B, Quijada Y, Catalán L. 2009).
También, hay que señalar que en el tiempo en el que funcionó el Equipo de Atención Precoz a las Personas en riesgo de Psicosis (EAPPP), de 2005 a 2011, gracias a las intervenciones preventivas y comunitarias, se registró una disminución de las hospitalizaciones de las personas con diagnóstico de esquizofrenia y otras psicosis. Es decir: las altas hospitalarias, con el mencionado diagnóstico, generadas a partir de un ingreso y que corresponden a las tres Áreas Básicas de Salud (ABS 9C, 10E y 10F) referenciadas al EAPPP, se redujeron en un 20{639727acb65ad122196e5a6155097df97d4b0b3fc918e36454923a2cacf9d5fb} (Región Sanitaria de Barcelona 2010). El ahorro del gasto interdepartamental (sanitario y social) y que esto supone demuestra que la prevención y la atención integral a las personas en riesgo de psicosis se puede hacer desde la comunidad, con unos niveles mínimos de medicación y trabajando con las personas y para las personas desde una perspectiva multidisciplinar y conjuntamente con los servicios sanitarios, sociales y educativos.
Objectivos.
La Asociación estructura el servicio para desarrollar los siguientes objetivos:
- Detección precoz de pacientes y familias que viven y sufren los primeros síntomas psicóticos o situaciones de riesgo de psicosis, preferentemente en edades entre 12 y 22 años.
- Atención integral al trastorno o all estado mental de alto riesgo.
- Coordinación con los diferentes dispositivos y/o profesionales de la salud, de la educación o de los servicios que atienden a las personas que consultan.
- Atención preventiva sobre la salud mental y sobre el trastorno mental grave en la infancia, individual o grupal, en entidades públicas y privadas, por medio de intervenciones ubicadas en los centros de estas entidades (Institutos, Escuelas, Universidades, etc.)
- Atención grupal a profesionales interesados en la prevención del trastorno mental grave a la infancia.
Personas a las que se dirige el servicio:
- Personas con un Primer Episodio (PE) psicótico según los grupos diagnósticos señalados al documento de Programa de Atención Específica al Trastorno Psicótico Incipiente (Lalucat, L. y Tizón, J. 2007).
- Personas en riesgo de psicosis, el denominado Estado Mental de Alto Riesgo (EMAR): menor capacidad de concentración y atención, anhedonia, estado de ánimo depresivo, alteración del sueño, ansiedad generalizada, retraimiento social, desconfianza, ideas paranoides, deterioro del funcionamiento habitual, irritabilidad, consumo de cannabis, alcohol u otras drogas continuado (Edwards, J. y McGorry, PD. 2004).
- Menores Altamente Vulnerables (MAV): Menores de 12 años con acumulación de factores de riesgo. Por ejemplo, hijos de pacientes con Trastorno Mental Severo o niños con acumulación de factores de riesgo en salud mental.
Protocolo de Tratamientos.
En la atención a la psicosis incipiente se ha evidenciado que el tratamiento tiene que ser amplio e incorporar elementos terapéuticos de diferentes ámbitos (Alanen, 2007), por este motivo adoptamos la denominación de Tratamiento integral Adaptado a las Necesidades del paciente y su familia en la Comunidad (TANC) (Tizón, 2009), que incluye las siguientes actividades:
1. Actividades en fase de acogida, vinculación y exploración (2-4 visitas):
- Contactos previos: al servicio, en el domicilio, al ABS, en el centro educativo u otros.
- Primera entrevista de Acogida.
- Exploración y diagnóstico: diagnóstico psicopatológico, diagnóstico de enfermería, diagnóstico social y definición del plan terapéutico individual con atención específica a la vinculación. (3-4 entrevistas uno de ellas como mínimo familiar).
- Planteamiento del plan terapéutico (TANC) a la persona y a la familia.
- Petición de Consentimiento Informado para docencia e investigación.
2. Actividades terapéuticas a combinar:
- Psicoterapia psicoanalítica si está indicada y el paciente lo acepta.
- Psicofarmacología integrada a la “Terapia combinada”.
- Entrevistas familiares.
- Dispositivo de “Atención abierta”, a veces, a nivel telefónico.
- Rehabilitación cognitiva y/o Terapia de habilidades sociales.
- Programa “Hijos de progenitores con diagnóstico de psicosis”.
- Visitas domiciliarías.
- Grupo psico-educativo de 6 sesiones.
- Grupo multifamiliar.